jueves, 24 de junio de 2010

Batalla perdida...


Fue teniente coronel. 
Igual, el miedo de matar y de morir desagotaron sus ojos. 

El pasado, condena que le regalaron bañada en sangre, 
desgarra hasta el aire que lo ayuda a repetir semejante pesadilla. 

Quien sabe cuantos muertos lo visitan por la noche, 
y cuantos vivos lo quieren ver igual de muerto. 

Hoy pararía las balas con el pecho, 
con tal de no volver a sentir  la muerte tan cerca.

 De nada le sirvieron las medallas y el recocimiento, 
hoy se deja acurrucar por las estrellas y el alcohol, 
en el frío de la noche se pierde el sentido humano y sus ganas de vivir. 










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