jueves, 16 de septiembre de 2010

Maquinas

El artificio del amor une almas errantes, 
quizás con la misma cizaña de un destornillador 
al encontrar una víctima sin cabeza normal
o con la oligarquía del peine afilado que construye líneas pares y finitas en tu cabellera.

Jálo de la palanca que engancha mi mente máquina 
con el combustible de tus imágenes, 
ensamblo mi destino con las tuercas de un sonido constante y las bujías que dan cuerda a este motor de quererte tanto.

Se repite, nuevamente, el trayecto de mis palabras 
hasta la caja de tus sentimientos 
y buscan herramientas para ajustar nuestros engranajes 
en una misma dirección y rotación.

Me hierve el aceite y bombear resulta cada vez más complicado, 
las correas ya no mueven mi motor 
y sin el combustible de tus ojos o la energía de tu sonrisa voy camino al desarmadero.



 

1 comentario:

Pam Stemberger dijo...

Me gusta che, el juego con palabras referidas siempre a las máquinas está bien utilizado pero se establece una distancia en cuanto a la forma no? porque para remarcar más aún lo mecánico y estático podrías haber usado una métrica, pero no. Y ahí está la poesía, liberándose de todo corset e imponiéndose (como las emociones).

"y sin el combustible de tus ojos o la energía de tu sonrisa voy camino al desarmadero." lindos versos