Mis manos
se hicieron dueñas de tu bretel,
tus dedos de mi espalda,
mis labios de tu vientre,
tu boca de mis deseos
y mi sexo de tus noches...
Tu espalda,
tu vista perdida,
tus silencios,
tus manías...
celos...
Gotas rojas en el comedor...
Tu cuerpo en cruz
y el escepticismo...
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