Su amor era desesperado, ansioso y urgente.
Su amor era agónico , asmático y contundente.
Su amor era irreverente, sobrehumano y angustiante.
Su amor era certero, preciso y tajante.
Su amor era imperioso, instantáneo y dominante.
Su amor era farmacológico, infinito y sedante.
Su amor era aglomerado, aglutinado y avasallante.
Su amor era tan suyo y tan distinto al mío.
Ella decidió refregar su amor por mi cuerpo.
Y yo decidí guardar el mío bien lejos.
No se vaya a contagiar.
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