lunes, 11 de enero de 2010

Cosmos disímil…




Cuando
las
alas
están
cortadas
de
raíz,
el aterrizaje es verdaderamente forzoso.

Cuando
tenemos
el
alma
despellejada,
no hay frío, ni soledad que se resista.

Cuando
la
sangre
se
evapora
en
los
días,
no hay noche buena, ni dulce sueños.

Cuando
se
pierden
los
cinco
sentidos,
Sobrevivir parece una misión imposible.

Cuando
la
piel
se
ha
quemado
una
vez,
no hay beso, ni caricia que la resucite.

Cuando
nos
sofoca
la
idea
de
estar
vivos,
la vida nos esquiva, se esconde, se apaga.

Cuando
se
renuncia
a
la
posibilidad
de
amar,
el corazón yace palpitando, en el pecho.

Cuando
persigues
señales
 invisibles,
el mundo se cae a pedazos frente a tus ojos.









 
Cuando
digo
que
realmente

te amo,



me olvido de todo… y vuelvo a comenzar.







 
Las alas despegan,

el alma me abriga,

la sangre fluye,

vuelven la emociones,

me siento vivo,

apuesto con el corazón




 
y el mundo parece distinto…







1 comentario:

Anónimo dijo...

Hermoso

Pam